La Osteoporosis, ¿es una enfermedad tratable?

La Osteoporosis, que literalmente significa "hueso poroso", es una enfermedad caracterizada por una disminución en la densidad y calidad de los huesos, que a medida que avanza la enfermedad se tornan más frágiles aumentando el riesgo de fractura. La pérdida de hueso se produce de forma silenciosa y progresiva. No suele haber síntomas, hasta que se produce la primera fractura.

Las fracturas más comunes asociadas a la osteoporosis se producen en muñeca, cadera y columna, cuya incidencia, en especial las de cadera y columna, aumentan con la edad, tanto en mujeres como en hombres. Las fracturas vertebrales (espinales) y de cadera revisten gravedad. Las primeras pueden traer aparejadas consecuencias severas, tales como pérdida de altura, fuerte dolor de espalda y deformidad.

En tanto, la fractura de cadera, a menudo, requiere cirugía y puede ocasionar pérdida de independencia en la vida cotidiana, aumentando hasta un 20% las probabilidades de mortalidad en el primer año posterior a la fractura.
Actualmente, el diagnóstico temprano de esta enfermedad que se realiza por medio de la densitometría ósea, puede revertir en gran medida la incidencia de esta patología y evitar las posibles fracturas con un tratamiento médico adecuado.

Nuestra salud ósea depende de:

La cantidad acumulada: debemos recordar que en la infancia y adolescencia se adquiere más del 90% de la masa ósea adulta. Los factores hereditarios (genéticos) determinan el 60-80% del desarrollo del esqueleto. El resto depende del estilo de vida (ingesta adecuada de nutrientes, actividad física y enfermedades que puedan influir).

Mantenimiento en la edad adulta: para ello se debe mantener una vida sana con alimentación adecuada, sin hábitos tóxicos y con actividad física para mantener la unidad músculo esquelética.

Velocidad de pérdida: está aumentada en la menopausia y es mayor si esta ha sido quirúrgica con extirpación de los ovarios.

 

¿Cómo prevenir el desarrollo de Osteoporosis?

Acumular el máximo capital óseo: Buena alimentación: debe incluir ingesta de calcio elevada fundamentalmente en la adolescencia en ambos sexos y debe ser sostenida. Mantener un buen tenor de vitamina D. Recordar que el sol la genera actuando a nivel de la piel. Consumir frutas y verduras que aportan vitaminas y antioxidantes. Evitar el exceso de sal porque determina pérdida de calcio por orina.

Actividad física: es fundamental durante el crecimiento porque determina cambios geométricos en el esqueleto que se acompañan de mayor resistencia y mayor masa ósea. Como ejemplo se señalan las niñas gimnastas y los jugadores de tenis que tienen mayor masa ósea si se comparan con sus pares que no hacen tal actividad. Recordar que el ejercicio es un estímulo muy potente para formar más hueso.

Evitar la pérdida de masa ósea: Mantener una adecuada ingesta de nutrientes: calcio, vitamina D y proteínas.

Carga mecánica sobre el esqueleto: las señales que reciben las células del esqueleto cuando se realiza actividad física, se traducen en un estímulo para formar más hueso y es lo único que Ud. mismo puede hacer por su tejido óseo. Recuerde que la actividad física debe ser acorde a la edad.

¿Cuándo consultar?

Las guías de osteoporosis establecen que si usted es mujer mayor de 65 años o varón mayor de 70 años tiene, por su edad, indicación para realizar una densitometría ósea.

Su médico podrá realizarle los estudios que considere convenientes e indicará la terapia adecuada a su necesidad si Ud. tiene:

Antecedentes familiares (madre o padre) de osteoporosis con fracturas mayores (cadera).

Antecedentes personales de fracturas (muñeca, húmero, vértebras, etc) con traumas mínimos.

Hábito delgado.

Raza blanca.

Sexo femenino y menopausia temprana o precoz.

Déficit de ingesta de lácteos o derivados.

Nula exposición solar.

Hábitos tóxicos (cigarrillo y/o alcohol).

Sedentarismo

Enfermedades que necesiten tratamiento con corticoides.

Cálculos renales.

Enfermedades reumáticas.

Enfermedades endocrinológicas.

Enfermedad celíaca u otros trastornos digestivos crónicos.

Transplante de órganos.